El poder de subir tu propia montaña
Siiiiiigue mi vooooooz!- escucha mi ser, cuando miro a lo lejos la inmen-sidad de la cumbre, una nueva monta-ña que he decidido conquistar; y es que hay tantas alturas, como formas de lle-gar, ascender y también muchas formas de abandonar. He pasado por tantas experiencias en mi vida, tantas caídas, incluso me he perdido varias veces, en senderos emocionales que antes car-gaba en mi mochila; he caído y me he levantado, he estado herido y he tenido que antenderme para sanar, he escala-do sólo conmigo mismo la mayoría del tiempo, pero también he elegido caminar acompañado algunas pocas veces – y no siempre elegí bien a mis compañe-ros-; he llevado el miedo conmigo casi siempre -. Hoy conozco bien el miedo y he aprendido algunas cosas de él, que les contaré más adelante.
- TAGS