Nuestro bien y el de los otros

Vamos a hablar del bien común. Una sociedad que aspire al bien común, es una buena sociedad para vivir. Un error es pensar que si se aspira al bien común, no se puede aspirar al bien individual. Lo ideal es una sociedad en la cual según se desarrollan acciones para alcanzar el bien individual, se va beneficiando a los demás para que también lo alcancen. Esto es posible.

Cuando alguien opera una soda, lo hace para obtener unas ganancias, pero a la vez, crea beneficios para los clientes de la soda. Vamos a la soda porque valoramos más el refresco y el pastel que las monedas que traemos en el bolsillo.