Resignación o aceptación

Si fuéramos indagando por ahí entre muchas personas sobre qué es lo que quieren lograr, encontraremos que lo que finalmente todos queremos, es ser felices. Pero ocurre que si nos ponemos a decir cuáles son los componentes de la felicidad, nos va a salir una lista larga, la cual se puede reducir, como en aquella canción, a “salud, dinero y amor. Y el que tenga estas tres cosas, puede dar gracias a Dios”. Abraham Maslow, un psicólogo norteamericano ya fallecido, hizo una famosa escala de necesidades que todos tenemos. La insatisfacción de esas necesidades, nos hace infelices o disminuye la felicidad. Están primero las necesidades fisiológicas: comer, dormir, contar con donde guarecerse y con qué cubrirse. Luego vienen las necesidades de asegurar que mañana podremos disponer también de comida, habitación, abrigo, salud. Tenemos también un conjunto de necesidades sociales: con quién comunicarnos, con quiénes intercambiar afecto, a quiénes recurrir en busca de apoyo, de consuelo, de consejo, de ayuda. Necesitamos también ser respetados, aprecia¬dos por los demás, pero principalmente por nosotros mismos. Y finalmente nos pasamos la vida tratando de mejorar, de acercarnos un poco a ser lo que podríamos llegar a ser.

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